lunes, 30 de mayo de 2011

Neurosis

Prende un faso y se deja estar. El humo queda suspendido en el aire y sus enrojecidos ojos no pueden parar de contemplarlo. Toma formas inconcebibles y sentidas. Se rie al verlas, se rie al sentirlas. Da otra pitada y traga el humo. O eso cree hacer, no lo recuerda muy bien. No recuerda tampoc hace cuanto que esta asi ni cuantos ya fumo. No recuerda a quien espera ahi tirado.
Mete la mano en su bolso y acaricia la solapa de su libro de Cortazar. Le encanta hacerlo, sobretodo este. Le reconforta tocarlo y sentir que existe. Recordar que existio un tipo que lo escribio. Sonrie solo, nadie se percata de su existencia. Delante suyo pasan dos jubilados de la derecha, un par de militantes que creen en su lider y una nena comiendo un helado. No ve a ningun chico jugando a la pelota, ni a ningun abuelo dandole de comer a las palomas.
Se siente raro, como desencajado con todo su alrededor. Como si este lo desencajara a proposito, condenandolo. Se siente paranoico, llora por unos momentos porque no sabe que esta haciendo. Llora porque no quiere que las abuelas lo traten asi, martirizandolo con la mirada. Porque no quiere que sus viejos lo vean como un inservible sin futuro.
Acaricia un poco el libro para buscar seguridad, lo saca y lee unos parrafos. Se sumerje en su ser, viviendo cada palabra, dejandose intoxicar con su belleza. Lee fuma y llora, no puede dejar de hacer ninguna. Las necesita a todas para conseguir seguridad, absetenerse de la sociedad que lo condena. Lo intenta pero no puede, es mas que el.
Deja de leer y de llorar, tira el faso a lo lejano. Se queda mirando a la nada por momentos sin pestañar una sola vez. Cierra los ojos de repente y acerca el libro a sus labios. Lo besa suavemente como besando a una chica. Delante suyo siente una risa. Aparta el libro con rapidez y abre los ojos. Esta ella. No puede parar de reir, se cae encima suyo. Se besan y ella le comparte su porro. La abraza y da una pitada.
El esta seguro.

1 comentario: