martes, 10 de mayo de 2011

Anormal

Los pibes se juntan en la placita y cogen. Los pibes salen al recreo y cogen. Los familiares terminan la cena y cogen. Los oficinistas terminan de trabajar y cogen. Los locales cierran y sus empleados cogen. Dos personas no tienen nada que hacer y cogen. No existe otra realidad o sentido. Es la ley basica de una sociedad satisfecha. Satisfaccion que todos alcanzan y nadie desconoce. Es la base de esta sociedad, feliz en todo sentido. Atas quedaron esos años grises y aburridos en los que era mal visto coger en una minoría de edad. Años en los que se repudiaba el sentir las palabras concha, pija, pete o anal. La epoca conservadora, como la cataloga la historia actual. Esos años nada tienen que ver con los actuales, en los cuales el libertinaje sexual es infinito.
Pero hay una excepcion, siempre la hay. Esa excepcion es él. El unico que no quiere coger. El unico que siente asco al ver los cuerpos de todos sus compañeritos desnudos y penetrados. Él, un chico de 7 años, escualido y fragil. El unico ser triste de toda la humanidad. Pero sufre una tristeza que no puede ser saciada con una simple cogida. Ni con dos ni con una orgía. Ese vacío solamente lo puede llenar con amor, que no encuentra en el coger.
La sociedad no lo entiende. Los profesores se alarman cuando no lo ven coger en el recreo. Le preguntan si esta enfermo, si necesita ir al medico, si algo le sucede a su verga que no la puede usar. El le contesta que no, que simplemente no quiere coger. Los profesores se asustan, huyen despavoridos a buscar a las autoridades. Ellas actúan al instante, lo apresan y llevan a interrogar. Sus respuestas los desorientan y aterrorizan. Acuden a especialistas de la cabeza para que le encuentren algún sentido a esas respuestas. No lo logran, nadie puede.
El caso se hace publico, todos comentan sobre él. Complotan contra sus pensamientos. Lo toman de loco, inadaptado social, enfermo mental. Cómo no quiere coger, si esta escrito en la ley. Se lo acusa de ser un terrorista de la infelicidad, de atentar contra el amor, de ser una persona repulsiva, arisca, antisocial y sin sentimientos. Las autoridades deciden realizar un juicio, que la sociedad resuelva que hacer con el. Su madre va, solloza todo el acto. Su padre no, lo ha avergonzado. Los abogados presentan el caso al juzgado, le cuentan lo malvado que es. El no tiene abogados, nadie quiere defenderlo. Traen los testidos, desde los profesores hasta una chica que una vez se le insinúo y que no consiguió que se le parara luego de manosearlo un rato.-Pense que estaba enfermo; confiesa y se larga a llorar. Todo el publico la consola.
Al jurado le toca dictaminar la sentencia. Culpable es seguro pero no pueden darle el maximo castigo que un hombre puede sufrir, la anulacion de sus organos sexuales. -No tendría sentido; explica el más inteligente del juzgado. En consecuencia tienen que pasar al plan B, la pena de muerte. El juez golpea su pesado martillo y pronuncia las palabras finales. La camara de gas es su destino y todos lo festejan.
De pronto se hace un silencio total su fragil vos suena por el microfono.
-Coger no es amor, es algo muchísimo más pequeño que él, insignificante sin comparacion. Ustedes se estan pudriendo de tanto coger y no se dan cuenta. Se pudren entre cogida y cogida y no alcanzan nunca a sentir el amor. Porque no pasa por ahi y no lo entienden. Jamas lo entenderan. Por eso nunca serán felices.
Los guardias le sacan el microfono y lo llevan a la fuerza. La sala queda muerta, fundida en el silencio. No entienden como reaccionar. No entienden el significado total de esas palabras, pero sienten que tendrían que entenderlas. La duda comienza a surgir en el lugar pero algo la interrumpe. El pesado sonar del martillo y las palabras del juez que expresan:
-Preparense que sale orgía en cinco mintuos gente.
Y todos gritan sin parar. Creen ser felices.

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