miércoles, 8 de junio de 2011

Estaciones II - Otoño

Las hojas caian a nuestro alrededor y poblaban el suelo. Yo vestia de verano, con una bermuda y un par de hojotas. Ella tenia un buzito negro, que me pedia a gritos que se lo sacara. No sabia quien de los dos estaba loco pero cualquiera que nos mirase se lo preguntaria. Ella jugueteaba con sus pelos. De a ratos los mordia pensativa o los hacia girar indefinidamente creando rulos antinaturales en su lacio. Yo intentaba escribir un poema sobre ella, que le habia prometido hacia tiempo. Siempre me excusaba diciendo que no conseguia escribir nada que estubiese a su altura. Cuando lo verdadero era que ella no me inspiraba nada. No me inspiraba ni una sola palabra, cuando antes habia podido escribir infinidades de poemas sobre cosas mas estupidas e insignificantes. No entendia que era lo que andaba mal, ella era hermosa y se podia pasar horas hablando sin aburrise o crearse silencios incomodos. Pero la inspiracion no me llegaba.
Le acaricie el pelo suavemente, aunque ella no se percato, estaba demasiado concetrada. Pense durante un momento que futuro tendriamos. Cuanto tiempo podria durar esta relacion si no podia siquiera escribirle un poema. Dudaba si tenia algun sentido alargar esto. De golpe ella se levanto de mis piernas y se sento enfrente mio. Habia pasado de tocarse el pelo a agarrar nerviosa el pasto. La mire y ella me miro. Sus ojos me miraban como intentando decirme algo, muriendose por contarmelo. Pero nuevamente nada me llego. Le corri la mirada y volvi al cuaderno, algo tenia que escribir. Apoye la lapicera y cuando empeze a apretarla su voz me interrumpio.


-Me lo estoy curtiendo a Pablo

Cerre el cuaderno pero no pude mirarla. Lo primero que pense y me pregunte fue quien carajos era Pablo. No teniamos ninguno en comun. Ella debio pensar que eso me estaba preguntando porque al instante contesto a mi pensamiento.
-No lo conoces, es de otro lado.
Me sentia un estupido, intentando escribirle un poema cuando ella se curtia a ese. La mire y ella me miraba con arrepentimiento y pena. La mira y me di cuenta lo hermosa que era. Yo no le podia contestar.
-Yo no aguantaba mas-que hermosa era su manchita de nacimiento con forma de corazon ubicada debajo de su cuello- No sentia nada en esta relacion- sus tres sonrisas, una mas adictiva que la otra- No le veia un rumbo, un futuro- la de complicidad, la que ponia cuando fingia estar enojada y no aguantaba mas, la que me ponia cada vez que se despertaba casi sin abrir los ojos- Osea me atraes, pero fisicamente y nada mas- los hoyuelos unicos e irrepetibles que se le formaban en los cachetes cada vez que sonreia- Yo te quiero pero no creo que sea lo mejor seguir- su risa, que acompañaba cada una de mis ocurrencias y que ahora me sonaban tan lejanas e irreconocibles- Osea no sos vos, soy yo- su pelo lacio, perfecto que adoptaba el peinado que quisiera y siempre le quedaba bien- ¿Me estas escuchando?- sus gustos musicales, su fascinacion por Kurt Kobain y la musica electronica- No quiero que te pongas mal- sus senos, pequeños y delicados pero perfectos- La verdad es que te quiero mucho- su baile, tan desvergonzado y unico, que me hacia ver bien hasta a mi, pero igual de divertido- Creo que deberiamos dejar de vernos por un tiempo.
Me miro, como esperando alguna respuesta pero yo no le di ninguna, no tenia. Abrio la boca para decir algo, pero no dijo nada. Hizo un ademan con la mano, que ni ella entendio y se levanto. Me miro una ultima vez y se fue.
Yo quede destrozado, intentando no llorar. Es ironico darse cuento de lo que uno tiene solo cuando lo pierde. Abri el cuaderno y comenze a escirbir. Estaba inspirado. Escribi mi mejor poema, el mas hermoso que nunca se me ocurrio. Estaba a su altura. Despues volvi corriendo a mi casa y me acoste a dormir.

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