viernes, 29 de octubre de 2010

Magnolia

Afuera la tormenta se esta por desatar. El viento anima a los arboles a bailar y el cielo teñido de oscuro esta. Dentro de la casa dos chicas hablan sin pensar. Charlan sin parar, divagando en todos los temas por haber. Una de ellas, Romina, recuerda todas las relaciones que tubo, ninguna le pudo duras. La otra, Pia, la escucha callada, nada tiene para contar. En su cabeza no se borra la hermosa imagen de su amiga desnuda, esta perdidamente enamorada de ella. Nunca se lo declaro, obviamente, la ama demasiado para arriesgarse de tal forma. En su mente aparecen los quizas. Quizas si se declarara ella le daria bola, quizas ella estubiera enamorada tambien y no se anima tampoco a declararlo. Pero quizas le dejaria de hablar, no la veria mas, no escucharia mas su voz, ni apreciaria sus hermosa sonrisa. Ahi su vida dejaría de tener sentido.Pia la escucha contar como la engañaron una y otra vez, la tomaron de estupida. Ella la ve y tiene que morderse los labios para que no se le escape un "te amor" o un "yo no te engañaria nunca"
-Los hombres son una mierda- dice Romina, como concluyendo su charla y comienza a reirse- Suerte que te tengo a vos- dice abrazando a Pia- No se que haría sin vos, sos la unica que escucha todo lo que digo.
Mientras una tranquila abraza a su amiga, la otra llora en su interior. Llora porque le encantaria escuchar esas palabras, sentir esos brazos, esas caricias; pero no como una amiga, por eso llora. Romina se levanta y va a la cocina.
-¿Queres un te corazon?- y sin esperar respuesta comienza a prepararlo- Esta re feo el día- dice mirando por la ventana- seguro que caen piedras.
Pia no contesta nada, no tiene fuerzas para hablar. La ve bailar mientras prepara el te y quiere que esa imagen dure para siempre. Romi sube el volumen del equipo.
-Amo esta cancion, Phoenix son lo mas. Veni boba, saca esa cara de culo y baila.
Romi se muerde los labios e invita con sus manos a que Pia se levante. Esta no puede decir no, esa imagen tan hermosa que tiene delante suyo la obliga. Comienzan a reirse como locas y bailan desenfrenadamente al ritmo de una cancion perfecta. Se empujan entre ellas y caen en el sofa, Romina encima de Pia. La ultima siente que esta en un sueño, solamente falta el beso y la fantasia se concretaria. El fuerte golpear de la lluvia en el techo corta el sueño viviente.
-Uy se largo, mejor voy a ver cómo anda el te- dice Romi levantandose.
Pia tirada maldice a la lluvia. Se levanta y no puede dejar de pensar en ese beso que pudo pasar. Ve por el vidiro como la tormenta cae sin piedad.
-¿Te conte que lo vi a Richard devuelta el otro dia?- dice Romi mientras trae las dos tazas de te- Yo estaba comprando algo en el super y me lo cruce. Hablamos un rato y al final quedamos en salir a tomar algo este finde. Si queres podes venir viste, le digo que lleve algun amigo.
Pia sonrie y niega con las cabeza. Se excusa diciendo que ya tiene planes cuando lo unico que va a hacer es llorar en su casa por no tenerla. Romi va a buscar unas masitas cuando cae la primer piedra. Haciendo un ruido estremecedor sobre el techo. Ambas se sobresaltan y se miran. Las risas se escapan de sus bocas
-Tendrias que haber visto tu cara, te re asustaste- dice Romi entre risas. Pia le discute, mientras caen la segunda piedra, la tercera y todas las demas.
-En cualquier momento se nos cae el techo si sigue lloviendo asi- bromea Ro
Pia se levanta para ver las piedras caer a traves de la ventana. Observa  todos esos hielos rebotar contra el piso y partirse en miles de pedasos. Decenas de transparentes piedras pueblan el cielo. Pia se sorprende, cree haber visto caer algo verde. Se acerca mas al vidrio agudizando la vista y ve lo imposible. Horrorizada ve una rana saltando donde debería haber una piedra. No alcanza a abrir la boca cuando cientas de ellas comienzan a caer en el patio. Llueven ranas y ella no entiende nada. De repente escucha un ruido seco y el grito de Romi. Corre a la cocina, ve el vidrio roto y decenas de ranas entrando por el. Romina esta tirada en el suelo gritando y la levanta. Se la lleva al living cuando el resto de los vidrios se rompen. Se tiran a un costado, abrazadas sin dejar de llorar. No tienen escape y las ranas entran por todas partes. Pia mira a los ojos a Romi ya sin importarle nada.
-Estoy enamorada de vos- dice una vos rapida y seca
-Ya se- contesta Romi. Se trenzan en una catarata de besos inacabables.
Afuera la tormenta se termina, las ranas dejan de caer.

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